A todos nos ha ocurrido alguna vez, no importa dónde, cómo ni cuándo, pues el peor enemigo de los ciclistas acecha día y noche; no se trata del perro que nos persigue en cada esquina, tampoco del ladrón de bicis (aunque este se acerca mucho) ni de una llanta ponchada en medio de la nada; nos referimos al peligroso y hasta letal dooring.
¿Sabes qué es el dooring?, ¿alguna vez has escuchado sobre él? Seguramente sí, incluso has sido presa del mismo y quizá no lo sabes. Bueno, en la rodada de hoy te vamos a contar más sobre esta mala práctica que pone en riesgo la vida de los ciclistas.
¿Qué es el dooring?
Si bien la palabra proviene del inglés “door”, que significa ‘puerta’, en español no tiene una traducción precisa. Aunque apostamos que con esto ya puedes darte una idea de lo que es el dooring, ¿cierto?
¡Correcto! El dooring se refiere a la acción del conductor o pasajero de un automóvil al abrir la puerta sin fijarse antes de hacerlo, lo que, en no pocas ocasiones, termina en el impacto de un ciclista contra la misma.
Esto ocurre cuando la persona abre la puerta del auto apenas unas milésimas de segundo antes de que el ciclista pase, o incluso, justo al momento de que este circula a un lado de ella.
Cabe destacar que no solo quienes se transportan en bici son presas de esta práctica. Si bien los ciclistas son particularmente vulnerables, también entran en este rubro los motociclistas, patinadores y hasta otros automovilistas que, sorprendidos ante tan imprevisible situación, poco o nada pueden hacer para no impactarse.
Peligros del dooring
Resulta obvio que el mayor peligro ante esta situación es el impacto contra la puerta; sin tomar en cuenta la más que probable discusión y altercado a palabras entre víctima y victimario. Y aunque para muchos pareciera no tener mucha importancia o no ser de gravedad, solo quienes hemos sido presas del dooring sabemos que podemos ver pasar nuestra vida frente a nuestros ojos cuando ocurre.
Y créanos si decimos que no exageramos. Por ejemplo, en la ciudad de Nueva York, entre 1996 y 2005, la apertura de puertas sin precaución causó la muerte de 7 ciclistas, lo que representó el 3% de los 225 que perecieron entre esos años por accidentes viales. En el otro lado del mundo, el dooring provocó la muerte de 3 personas en Londres entre 2010 y 2012.
En 2003, esta práctica significo el 11,9% de todas las lesiones graves en ciclistas registradas en Toronto, mientras que en Victoria, Australia, el porcentaje fue del 8% entre 2006 y 2010.
Y aunque algunos expertos detallan que las lesiones por impacto al abrir la puerta de un vehículo están entre las menos aparatosas, esto no quiere decir que no sean peligrosas.
Lesiones que se pueden sufrir
Las lesiones graves que se pueden sufrir son las más obvias, como lo son fracturas y golpes. Algunas de ellas incluso pueden ser letales o permanentes si el ciclista no cuenta con el equipo de protección adecuado, como lo es el casco, rodilleras y coderas.
Sin embargo, no son las únicas lesiones que se pueden llegar a sufrir. Lo crean o no, el daño psicológico también está presente.
Aunque quizá muchos pensarían que se trata de una exageración, lo cierto es que cualquier golpe significa un trauma y, dependiendo de la persona, puede ser la intensidad del mismo en la mente. Golpear fuertemente contra la puerta de un carro puede derivar en un impacto psicológico duradero.
Entre las consecuencias está el que los ciclistas pueden experimentar ansiedad al circular. Inclusive, algunos de ellos podrían optar por no usar más la bicicleta como medio de transporte.
Ahora bien, en los casos letales, muchas veces no es el choque contra la puerta lo que termina con la vida de un conductor de bicicleta. En el peor de los casos, el empuje de la puerta (o el esquivarla) puede provocar que sea atropellado por los vehículos que circulan al lado; en algunas ocasiones, dicho atropellamiento puede culminar en la muerte del ciclista.
¿Cómo evitar el dooring?
No todos contamos con los reflejos de un superhéroe para esquivar rápidamente una puerta que se abre y no perder el equilibrio. Por ello, hay otras recomendaciones que podemos tomar.
Como ciclista:
- Ten cuidado y no vayas tan rápido cuando circulas por extrema derecha cerca de una fila de vehículos estacionados. De poder hacerlo, recuerda que puedes circular por el centro de un carril y ocuparlo completo.
- Utiliza las bicisendas que tengas disponibles. Son espacios exclusivos para ti y estás protegido gracias a elementos como los confibicis.
- Nunca circules por el carril en sentido contrario. No olvides que también hay normas que debes respetar como ciclista.
- Si notas que pasarás a un lado de un auto estacionado en doble fila, disminuye un poco la velocidad y mantén una distancia prudente de la puerta. No sabemos si la abrirá de forma repentina.
- Por último, porta siempre el equipo de protección necesario.
Como conductor o pasajero de un auto:
- Principalmente, antes de abrir una puerta, no lo hagas tan rápido y, sobre todo, ¡mira hacia atrás y revisa que no venga un ciclista antes de abrirla! Claro que esto también ayuda a cuidar a los motociclistas y patinadores.
- Ten cuidado con el ángulo muerto de tus retrovisores
- No estaciones en doble fila
- Nunca abras la puerta de forma repentina
- De nuevo, antes de abrir la puerta, revisa antes que no pase alguien en bici, moto o patines. Recuerdo que antes de ti, la preferencia la tienen los peatones y ciclistas.
Ahora que sabes qué es el dooring, quizá te preguntes, “si impacto contra la puerta, ¿el automovilista me debe indemnizar?”. Bueno, quizá te sorprenda saber que, a veces, tú serás quien deba pagarle los daños al dueño del coche. Aquí te decimos todos los detalles que debes saber si chocas con la puerta abierta de un carro.