Conducción defensiva, ¿qué es y cómo aplicarla?

En “El arte de la guerra”, Sun Tzu menciona que la mejor defensa es el ataque, un dicho que en los deportes se ha traducido a que la mejor defensa es la ofensiva; sin embargo, al momento de conducir, nos daremos cuenta de que, en la mayoría de los casos, la conducción defensiva es la mejor opción.

Si no sabes qué es la conducción defensiva, quédate con nosotros y descúbrelo. Créenos, es un método que puede sacarte de muchos apuros al estar tras el volante.

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¿Qué es la conducción defensiva?

Como su nombre lo dice, la conducción defensiva es aquella que pide al conductor estar alerta ante los errores de los demás, anticipándose a los movimientos del otro, pensando siempre que el piloto en el otro carro puede hacer un movimiento indebido o erróneo. Todo esto, sin la necesidad de llegar a la violencia o a actos agresivos.

Vivimos en un mundo en el que se nos ha hecho creer que, actuar a la defensiva en lugar de atacar, es muestra de debilidad. Tan es así este pensamiento, que se ha transportado a la materia vial, prefiriendo muchas veces las actitudes violentas ante el volante para “ganarle el paso al otro”. Claro, la frustración, el cansancio, el enojo y los embotellamientos suelen impulsar todavía más estos comportamientos.

Sin embargo, manejar con la cabeza fría puede ser la diferencia, como máximo, entre accidentes fatales y, como mínimo, multas y altercados con otros conductores o pasajeros. Diversos accidentes de tránsito podrían evitarse si, por lo menos, uno de los dos pilotos previniera las acciones del otro; qué mejor que ambos.

En pocas palabras, cuando estás tras el volante, la conducción defensiva es la puesta en práctica de todas aquellas medidas, precauciones y maniobras que ejecutas para evitar accidentes con otros automovilistas, ciclistas y peatones. Dicho de otra manera, es la capacidad de anticiparse a los riesgos, evitándolos o sabiendo cómo actuar cuando estos ocurren.

¿Quién puede aplicar este tipo de conducción?

Prácticamente, cualquier persona que pueda y sepa manejar, es capaz de aplicar la conducción defensiva. Lo único que se necesita es ser precavido, observador, analítico y tener una buena capacidad de respuesta.

Después de todo, en este tipo de manejo, las reacciones dependen de tu propio comportamiento, pero, repetimos, siempre y cuando lo hagas pensando en el actuar que podrían tener los pilotos de los otros carros.

Sin embargo, tu atención no deberá centrarse únicamente en los otros automovilistas, sino también en el camino. Con esto, queremos decir que debes estar atento a una mala señalización, carreteras en mal estado, etc. Al final, todo cuenta al momento de manejar.

Claves para tener una buena conducción defensiva

Ahora que sabes qué es la conducción defensiva, te daremos algunas técnicas y consejos para que puedas aplicarla de mejor manera. Toma nota:

¡Atento al peligro!

Ya sea en una vialidad pequeña, como calles residenciales o en otras de mayor velocidad, como carreteras, necesitas estar atentos a todos los posibles peligros a tu alrededor. Identificarlos te permitirá darte una idea de los posibles escenarios a los que te enfrentarías. Recuerda que, por más tranquila que sea una vía, siempre hay riesgo de accidentes.

Responde rápidamente

Evita distracciones de todo tipo. Necesitas mantenerte atento al camino para afrontar a tiempo los problemas que puedan surgir. De esta manera, podrás reaccionar y dar soluciones en el momento adecuado.

Buena mecánica

De poco servirá que seas un conductor experimentado, con una conducción segura y atento al camino, si, al momento de reaccionar ante caos, tu carro no lo está preparado. Dale a tu coche un mantenimiento periódico, teniéndolo siempre en buen estado.

Lo anterior involucra desde mantener correctamente los niveles de aceite, agua, gasolina y demás, hasta un buen mantenimiento de frenos. Incluso, la limpieza también cuenta. Es importante que tus cristales y espejos retrovisores estén limpios para una mejor y mayor visibilidad 360. Tampoco olvides cambiar tus llantas antes de que estas se encuentren lisas, evitando así los derrapes.

A buena distancia, mejor reacción

Uno nunca sabe cuando va a frenar el carro de adelante. Ya sea por algún factor externo o mecánico, un enfrenón puede ser motivo de choque. La manera de evitar esto, es manteniendo una distancia prudente entre un automóvil y otro. Al estar considerablemente separado del otro, tienes mayor tiempo de reacción. Es recomendable dejar el doble de distancia entre una lámina y otra.

Distráete, pero sin distraerte

En este punto, no nos referimos a que dejas de poner atención en el camino; por el contrario, tu vista siempre debe estar atenta a este. Sin embargo, tus ojos siempre deben estar en movimiento, observando todo lo que te rodea. Nunca te quedes mirando fijamente un solo punto de la carretera o la calle; siempre pon atención a todo lo que está ocurriendo alrededor de tu carro. Mantente alerta y desconfía de todo.

Ahora, cuando manejes de noche, es recomendable que cantes o platiques con tu copiloto o pasajeros. Claro, todo con precaución, ya que el objetivo es que la charla o el canto te mantengan despierto. Si tu sueño es demasiado, no manejes o, en todo caso, frena en un punto seguro.

Observa a otros y hazte ver

Recuerda que la conducción defensiva es manejar como si los otros fueran a cometer un error. En este sentido, cuando tengas el derecho de paso, observa lo que hacen los otros carros; no des por hecho que te dejaran pasar tranquilamente. Lo mismo ocurre cuando frenas: haz lo posible porque los otros sepan que te detendrás, coloca tus intermitentes y frena con cuidado.

No menosprecies el camino

Un error que se suele cometer, es pensar que el camino no presentará obstáculos. En algunas ocasiones te enfrentarás a baches o hasta a topes poco visibles. En situaciones inesperadas, vas a requerir de un manejo completo, por lo que siempre debes mantener ambas manos sobre el volante. De igual manera, es vital que siempre tengas puesto el cinturón de seguridad. Evita el uso de dispositivos móviles que te distraigan.

Ventajas de esta clase de manejo

Con estos consejos, no que da más que decir que la gran ventaja de la conducción defensiva, es que puede llevarte con vida a casa a ti ya los tuyos. Recuerda que, al ir tras el volante, eres el principal responsable de ti y de tus acompañantes.

Esta clase de manejo te pide estar alerta en todo momento al camino, no des por sentado que los otros conductores saben lo que tienen que hacer y cómo tú vas a reaccionar. No lo olvides, una buena conducción defensiva, evita ofensivas innecesarias.

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