En un mundo cada vez más moderno y en busca del ahorro energético para combatir el cambio climático, los distintos tipos de vehículos eléctricos están haciendo una gran diferencia al momento de movilizarnos de forma rápida, segura y menos contaminante.
Todos hemos escuchado de la existencia de estos automóviles, quizá incluso lo hayamos visto circular por las calles, pero no muchos sabemos que existen distintas clases de ellos.
En el recorrido de hoy, vamos a conocer los varios tipos de vehículos eléctricos. Quédate con nosotros y conoce más sobre ellos.
Tipos de vehículos eléctricos, ¿cuáles son?
Aunque podríamos pensar que todos los coches eléctricos son iguales, la verdad es que hay distintas clases de estos. Si bien todos funcionan con electricidad, cuentan con ciertos componentes y características que los diferencian entre sí.
A continuación, te mencionamos los varios tipos de vehículos eléctricos que existen:
Vehículos eléctricos de baterías (BEV)
Se trata del carro eléctrico más limpio, pero, también polémico, por cierto detalle que mencionaremos un poco más adelante.
Los carros con baterías BEV son los llamados vehículos eléctricos puros. La razón de esto es porque se mueve gracias a la energía almacenada en sus baterías. Se enchufa para cargar su batería y su velocidad de carga depende de la potencia de sus cargadores.
La Universidad de Cambridge los cataloga como los carros más eficientes en esta materia. No obstante, aunque en su andar no contaminan (cuentan con la etiqueta CERO), su proceso de fabricación le cuesta más al medio ambiente que un auto de combustión.
Vehículos eléctricos con pila de hidrógeno (FCEV)
A diferencia de los anteriores, los carros impulsados por hidrógeno no necesitan baterías. Su pila genera electricidad mediante la electrólisis del hidrógeno. Lo más interesante, es que, como residuo, emite H₂O (agua)
Grandes compañías apuestan a la pila de hidrógeno como el futuro de la movilidad sostenible por una sencilla razón: el hidrógeno es el elemento químico más abundante en nuestro planeta; desgraciadamente, su producción tiene un coste energético elevado y existen muy pocas hidrogeneras. También cuentan con la etiqueta medioambiental 0.
Coche híbrido enchufable (PHEV)
Este carro tiene diversos motores eléctricos y uno de combustión. Aunque se escuche difícil de creer, todos ellos pueden mover el coche de manera independiente o en conjunto; los motores eléctricos se le pueden incluir en las ruedas, los ejes o incluso en la caja de cambios.
Aunque su batería no es de gran capacidad, si superan los 40 kilómetros de autonomía, se les otorga la etiqueta 0; en caso contrario, llevarán la etiqueta ECO. Las recargas se hacen mediante conexión a la red eléctrica.
Si el coche funcionará con los motores eléctricos o el de combustión, depende totalmente de la elección del conductor. Sin embargo, se puede combinar el funcionamiento de ambos para alargar la autonomía dentro de lo posible.
Vehículo eléctrico de autonomía extendida (EVER)
Es un carro complejo, pero muy interesante en cuanto a su funcionamiento: su motor o motores impulsan las ruedas mediante la energía acumulada en sus baterías, pero se complementan con un motor térmico que funciona como un generador.
Lo interesante, es que, para que no sean considerados híbridos, el motor térmico no debe impulsar las llantas y este se conduzca como un coche eléctrico puro la mayor parte del tiempo. En cuanto a su carga, lo hace como un coche eléctrico normal; si su motor eléctrico tiene una autonomía superior a 40 kilómetros por sí solo, recibe la etiqueta CERO emisiones.
Vehículo híbrido (HEV)
Los autos híbridos intercalan el motor eléctrico con el de combustión. En su caso, el primero de estos asiste al segundo, por lo que la mayor parte del tiempo funcionan con el motor de combustión; pero, el objetivo de esto, es que este último consuma menos combustible.
Debido a que su autonomía eléctrica no supera los 40 km/h, y funcionan la mayoría del tiempo con motor de combustión, reciben la etiqueta medioambiental ECO.
También, cabe mencionar que, aunque pueden moverse de forma totalmente eléctrica, sus baterías son pequeñas y recurren a la frenada regenerativa y al propio motor térmico para recargarse.
En resumen…
Entre tanto término, siglas y funcionamiento, es fácil confundirse. Pero, en pocas palabras, podríamos decir que los tipos de vehículos eléctricos se distinguen de la siguiente manera:
Vehículos eléctricos con batería (BEV): se impulsan por un motor eléctrico. Producen cero emisiones y no requieren gasolina.
Vehículos de celda de combustible (FCEV): utilizan un motor eléctrico, pero sus baterías se cargan por el uso de celdas de combustible hidrógeno que generan electricidad. Como resultado, producen vapor de agua.
Vehículos eléctricos híbridos enchufables (PHEV): combinan un motor de gasolina tradicional con un motor eléctrico que se recarga cuando se enchufa a una fuente de alimentación externa.
Vehículo eléctrico de autonomía extendida (EVER): conformado por varios motores eléctricos con uno térmico, pero debe funcionar como uno eléctrico la mayor parte del tiempo.
Vehículos eléctricos híbridos (HEV): similar a los PHEV, pero utilizan frenos regenerativos en lugar de un enchufe para recargar la batería.
Si, como nosotros, creías que existían diversos modelos de autos eléctricos, pero todos con el mismo funcionamiento y tipo de carga, bueno, ahora ya conoces la diferencia entre las distintas clases de estos carros.
Al final, todos tienen la misión de generar el menor impacto al medio ambiente durante su funcionamiento. Y, aunque la fabricación de los mismos requiere de un coste ambiental más elevado que uno que use gasolina, a la larga, su beneficio puede ser mayor para con el planeta al contaminar menos en su movilidad.
