No importa si eres alguien letrado en arquitectura o no, todos hemos escuchado el término obra negra, aunque tal vez no muchos hayamos oído los de obra gris y obra blanca.
Es más, puede que toda vez que miramos una construcción sin terminar, nos refiramos a ella como obra negra sin que la misma se encuentra propiamente en dicha etapa. Por ello, hoy vamos a conocer los diferentes conceptos a los que se refieren estos términos.
Toma tu casco y coloca algunos conos para avisar de nuestra presencia, porque vamos a permanecer aquí unos minutos. Allá vamos.
Las etapas
Antes de ver una construcción terminada y en uso, esta tuvo que pasar por diversas etapas para que estuviera en total funcionamiento. Desde una casa hasta un puente vial, todos los proyectos pasan por los mismos procesos.
Específicamente se conforman por tres etapas: obra negra, obra gris y obra blanca.
Claro, el color con que se identifica a cada una de ellas es meramente figurado. Podríamos decir, en su lugar, que representan el avance de la construcción, siendo la negra el inicio y, la blanca, la culminación, pero de eso hablaremos más adelante.
Estos términos son fáciles de entender aun sin que seamos parte del mundo arquitectónico. No obstante, cada concepto tiene sus diferencias y características; es importante que las conozcas, por lo que te las explicamos a continuación.
Obra negra, obra gris y obra blanca, ¿cuál es cuál?
Obra negra
Como mencionamos, se le llama obra negra a la primera etapa de la construcción. Se trata del inicio, pero es la parte más importante del proceso. Prácticamente, este nivel determina si el resultado final será funcional o no.
En términos administrativos, es el momento en que se realizan los trámites necesarios para que la construcción sea 100% legal. Se elaborarán planos, licencias y se obtienen los permisos necesarios.
En la etapa de la obra negra también se determinan los roles que desempeñarán todos aquellos que participarán en la edificación. De igual manera, se estipula el período de entrega y se procede con la limpieza y delimitación del área para empezar con los primeros trabajos.
Una vez se tiene en regla todo lo anterior, en la obra negra se realizan las labores de construcción, excavación, nivelación y cimentación. Conforme se avance, se añaden detalles estructurales en muros, losas, techos y tuberías principales.
En este momento, la construcción no es funcional ni mucho menos habitable. Se tiene una idea de lo que se está construyendo, pero todavía no se puede visualizar el resultado final. Si lo comparamos con el cuerpo humano, podríamos decir que es el momento en el que aparecen los huesos.
Obra gris
Como su nombre y lógica lo dice, es la mitad del proceso, la parte intermedia entre la obra negra y la blanca.
En este nivel se levantan todos los muros de cerramiento, se instalan tuberías, cableados y se conectan los servicios públicos, en caso de que la obra los requiera. De ser necesarios, se instalan e impermeabilizan los techos y tejados.
Si nos seguimos valiendo del ejemplo de cuerpo humano, esta parte sería la del desarrollo de las venas y los órganos que mantienen en funcionamiento al cuerpo.
Aunque en este momento la construcción todavía no está terminada, ya es posible darnos una idea de cómo se verá al final. ¡Pero, no tan rápido! Todavía falta la última de las etapas de la obra.
Obra blanca
Finalmente llegamos a la última de las tres etapas, nos referimos, obviamente, a la obra blanca. Es el resultado final desde el primer tabique que se colocó, hasta el último detalle de confort y seguridad.
En la obra blanca, la construcción está terminada al 100%. Dependiendo de la naturaleza de la obra y para lo que sea destinada, se colocan los acabados, se aplican las soldaduras, revestimientos y demás.
Si se tratara de una casa, se instala la fontanería, las puertas, ventanas, sanitarios, muebles, electrodoméstico y demás.
En el caso de una obra vial, se lleva a cabo el alisado de paredes, la pintura y la instalación de servicios eléctricos, luces, rejas, etc.
Una vez que se tienen listos estos detalles, se puede entregar la obra siendo completamente funcional.
La importancia de la seguridad
Cumplir con las normas de seguridad durante una construcción es de suma importancia. Esto no ya por situaciones legales, sino para proteger tanto a trabajadores como a peatones.
Es importante que durante todo el proceso, pero, sobre todo, durante la etapa de la obra negra y la obra gris, se cuente con determinadas medidas.
En una construcción vial, es importante que, si se realiza a mitad de una avenida o calle, se delimite el área de trabajo con conos, trafitambos, barreras e incluso mallas plásticas. También se pueden colocar lámparas y otros señalamientos solares en caso de que los trabajos sean nocturnos.
Dentro de la obra, es imprescindible que los trabajadores cuenten con cascos y ropa reflejante, como chalecos. Ambas herramientas, aunque sencillas son de vital importancia; el primero los protege de golpes en la cabeza, mientras que los segundos, los hacen visibles por las noches.