Andar en bicicleta es una de las mejores experiencias que se puede vivir, por ello, no es raro que el sueño de cualquier ciclista sea rodar por algunas de las mejores ciclovías del mundo.
Y es que al final no importa si tu bicicleta es de gama alta o baja, pues andar sobre una bicisenda te da la libertad y seguridad de pasear de forma tranquila mientras contemplas paisajes extraordinarios.
A continuación, te presentamos algunas de las ciclovías más sorprendentes del mundo. Con suerte, algún día visitaremos una o varias de ellas.
¿Estás listo? Ponte tu casco, rodilleras y coderas, porque el recorrido será largo.
Ciclovía del Ferrocarril de Cuernavaca
Cuando Salvador Dalí visitó México, dijo que nunca había conocido un país más surrealista que sus pinturas, y no se equivocaba.
La ciclovía del Ferrocarril de Cuernavaca es una bicisenda con 60 km de distancia. Al recorrerla podrás ir en la ciudad y, de un momento a otro, pasar por pueblos y naturaleza para, en seguida, entrar en vecindades y demás. Sin duda, una de las mejores ciclovías del mundo, pero también de las más surrealistas
De igual manera, la capital de México cuenta con la ciclovía Insurgentes, otra de las más grande de la capital con 28.5 km de longitud en ambos sentidos. Esta ciclopista surgió como una ciclovía emergente durante la pandemia de la COVID-19; pero fue tanta su aceptación y su funcionalidad, que los ciudadanos pidieron que se quedara de forma permanente.
Cabe destacar que toda ella está delimitada por confibicis de la más alta calidad. De esta manera, los ciclistas pueden pedalear seguros.
Cuyperspassage, Ámsterdam
Se trata de una de las ciclovías más modernas del mundo que pueden disfrutar tanto ciclistas como peatones. Por una parte, el pasaje para llegar a este resulta hipnótico gracias a sus casi 80,000 azulejos blancos y azules con sus murales pintados.
Por el otro lado, la parte de la ciclovía tiene una longitud de 110 metros por 10 de ancho y 3 de altura. Por ella circulan casi 15 mil personas al día gracias a que une la parte central de la ciudad con la salida al río IJ.
Bicycle Snake, Copenhague
Si de algo puede presumir Dinamarca en materia de transporte sustentable, es que más del 50% de su población se moviliza en bicicleta. Por ello, no es raro que una de las mejores ciclovías del mundo se encuentre aquí.
Se trata de un puente elevado a 7 metros del suelo con una longitud de 220 metros. En este espacio también conviven ciclistas y peatones de forma ordenada.
8 House, Copenhague
Esta extraña y curiosa ciclovía se mimetiza a la perfección con lo citadino. Se trata de un complejo que alberga zonas residenciales, oficinas, hotelería, centros comerciales y demás sitios públicos.
Su nombre se debe a que, vista desde arriba, tiene forma de un número 8. Esto permite que los ciclistas puedan recorrer el circuito casi “infinitamente”. Fue diseñada por Bjarke Ingels y cuenta con un área de 61,000 metros cuadrados.
Puente Hovenring, Países Bajos
Entre las mejores ciclovías del mundo están aquellas que parecen salidas de una película de ciencia ficción. Tal es el caso de Países Bajos y su Puente Hovenring.
Es un anillo sostenido por 24 cables de acero, los cuales, están suspendidos de una torre de 70 metros de altura. No sólo es espectacular visualmente, sino también funcional, ya que alivia la congestión vehicular en los cruces de dos carreteras sin olvidarse de la seguridad de los ciclistas y peatones.
Shimanami Kaido, Japón
Por supuesto que Asia no podía quedarse atrás. Además de ser una de las mejores ciclovías del mundo, también es considerada como una de las más hermosas (si no es que la más). Esto es gracias a que a través de ella se puede apreciar una increíble naturaleza mientras se recorre el trayecto de Onomichi a Imabara.
Su recorrido es de 70 kilómetros cobijados por una increíble vista. Por si eso fuera poco, existen algunos tramos en los que los ciclistas pueden ir sobre el mar gracias a este bicisenda.
Te Ara I Whiti, Auckland
Si hay algo mejor que recorrer una ciclopista de forma segura durante el día, eso es hacerlo durante la noche. Esta bicisenda en Auckland, Nueva Zelanda, presenta un curioso color magenta en sus 600 metros de largo; mismos que están ilustrados con dibujos de la cultura maorí.
Sin embargo, aunque es un deleite rodar sobre ella por durante la luz diurna, la vista se vuelve mágica en la noche debido a sus 300 dispositivos leds programables que iluminan el trayecto.
Puente de Hechtel, Eksel
La conexión que se genera entre la naturaleza y los ciclistas es sorprendente. Por ello, una de las mejores ciclovías del mundo para sentirse parte de lo natural es la ubicada entre los bosques de Bélgica.
Esta ciclopista es un círculo de 100 metros de diámetro y 700 metros de longitud en medio de los bosques. Aire puro y bellos sonidos te acompañarán durante todo el trayecto.
Van Gogh Pat, Brabant en Países Bajos
Si algunas de las bicisendas anteriores te parecieron sacadas de una obra de arte, la que esta ubicada en Eindhoven en verdad fue extraída de un cuadro, por así decirlo.
Inspirada en la obra de Vincent Van Gogh, Daan Roosegaarde creó una ciclovía inspirada en “La Noche Estrellada”. Este trayecto cuenta con 1 km de longitud y brilla en la oscuridad. Tan compleja y bella como el arte, es una ciclovía en la que convergen la naturaleza, la tecnología, el arte y el ser humano de una forma bellísima.